Situado en el Golfo de Roses, en Cataluña, este proyecto podría crear 6.000 puestos de trabajo directos, evitar la emisión de hasta 23 millones de toneladas de CO2 y satisfacer el 45% de la demanda de energía eléctrica de la provincia catalana de Girona, una región tradicionalmente rezagada en cuanto a la participación de energías de fuentes renovables en su mix energético